11.9.15

Noticias curiosas 1916

La primera de ellas corresponde a un emotivo relato que publicaba la revista "La Hormiga de oro".

La Hormiga de oro (1/7/1916)
"Los alemanes internados en Zaragoza han realizado recientemente un acto de caridad en favor de una familia obrera que perdió un niño a quien mordió un perro rabioso.  En la casa núm. 65 de la calle de San Blas, tiene el domicilio dicha familia, cuya cabeza es Bonifacio Rodríguez, jornalero.  Los escasos muebles de esta infortunada familia fueron quemados en la arboleda para evitar el contagio. El médico que asistió al niño dispuso únicamente que se quemaran las ropas; pero los padres, alarmados por el temor de que exsitiera contagio para ellos y un niño y una niña de corta edad, quemaron los pocos muebles que tenían.  No había en la miserable estancia, en donde habitaba la referida familia, más que una vieja cama de hierro, sin más mullido que una manta, un muestrario de platos y cazuelas, un cántaro y un hornillo de cuatro ladrillos.  Enterados los internados alemanes de la aflictiva situación de la referida familia entregaron, por mediación de la Redacción de "El Noticiero" la cantidad de 105 pesetas, cuyo donativo agradecieron profundamente los padres del niño".
Pie de foto: ZARAGOZA: Los alemanes que se encuentran internados en la ciudad al salir de la Facultad de Ciencias en donde se dan clases especiales de castellano.

La segunda noticia, la encontré en la hemeroteca de ABC, en la edición del 27 de diciembre de 1916 y nos habla unos curiosos bautizos celebrados en Pamplona.  Parece ser que junto al grupo de internados alemanes, también llegaron algunos nativos de la colonia de Camerún.  Esta noticia corrobora este punto.  Sería interesante averiguar qué fue de ellos.



Pamplona
En la parroquia de San Agustín de Pamplona, celebróse hoy con gran pompa, el bautizo de tres negros que vinieron con los alemanes internados del Camerón.
El prelado administróles el sacramento de la confirmación y de la comunión.  Les apadrinaron distinguidas personas, regalándoles anillos y trozos de cintas con la fecha del día.
Los negros fueron después obsequiados con un almuerzo, al que asistió el prelado.  A la ceremonia religiosa asistió un gran gentío, que llenó la amplia iglesia.- El corresponsal. 
 

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