12.4.16

Hundimiento de barcos españoles (1916)

El próximo mes de mayo se cumplirá el centenario de la llegada de los alemanes de Camerún a la península. No existe apenas bibliografía al respecto, a excepción del libro de Carlos A. Font "Los alemanes del Camerún" publicado en 2014, cuyo autor sigue investigando sobre aquel acontecimiento, y el escrito por el periodista Sergio del Molino "Soldados en el jardín de la paz", aunque este se centra más en las raíces que echaron algunos de aquellos hombres en España, concretamente en Zaragoza.  


Las hemerotecas on-line también son una buena fuente para recabar información al respecto.  Una de las que más me gusta es la web de "La Vanguardia".  Basta indicar el día, mes y año que nos interesa, y aparece la edición completa. 
Vamos a echar un vistazo a algunas de las noticias que se recogían referentes al hundimiento de barcos españoles por parte del ejército alemán allá por el mes de abril de 1916, hace ahora 100 años.
"Los alemanes de Camarón (Madrid 9 abril 1916, 22'15) 
El jefe del gobierno dedicó gran parte de la noche de ayer a preparar el viaje a España y el consiguiente alojamiento de los alemanes internados procedentes del Camerón. Quiere el gobierno que el viaje se haga en las mejores condiciones y que su estancia en España les sea lo más grata que permitan las actuales circunstancias.
Refiriéndose a ésto, decía un ministerial que ofrecía contraste la conducta del gobierno con dichos internados y la que siguen los submarinos germanos torpedeando buques españoles."
En este sentido, el Diario de Cádiz recoge en su sección de Efemérides, el ataque que sufrió el vapor Vigo el 6 de abril de 1916 y que dice así.
"En el tren correo de anoche llegaron a Cádiz los tripulantes del vapor español Vigo, torpedeado por un submarino alemán. El capitán relató que se dirigía con un cargamento de madera hacia Inglaterra cuando fue detenido cerca del Canal de la Mancha por un submarino alemán. El comandante les dio diez minutos para abandonar el barco y una vez realizado le lanzó dos torpedos. En una balsa los tripulantes estuvieron varias horas hasta que fueron recogidos por un buque inglés. La tripulación fue racionada ayer en la Comandancia de Marina."

El modus operandi solía ser tal y como describe la noticia: un submarino alemán disparaba un cañonazo para que el vapor español (o de otra nacionalidad) se detuviese.  El capitán u otro oficial español, se acercaba en bote hasta los alemanes, y éstos verificaban la mercancía transportada.  Si era considerada contrabando de guerra, se procedía a la evacuación de la tripulación y posterior destrucción del barco.  Otras veces dejaban que continuasen su camino.

Sin embargo a veces esto no era así.  La Vanguardia recogía la noticia de un ataque con víctimas mortales que tuvo lugar el día 11 de abril de 1916.
"San Sebastián.  A 40 millas de Bayona fue torpedeado, a las tres de la madrugada de ayer, el vapor Santanderino, de la matrícula de Bilbao, ahogándose cuatro tripulantes. El suceso ha producido grandísima impresión. A las nueve de la mañana desembarcaron en San Juan de Luz los supervivientes, que han sido recogidos en Pasajes.
Bilbao (.../...) los restantes 36 fueron salvados por botes y después recogidos por el vapor sueco Atlanta, que los condujo a San Juan de Luz, donde se hizo cargo de ellos el cónsul español en Hendaya, quien les atendió, consiguiendo que se les dieran billetes gratis de la Compañía del Midi hasta Irún. Los náufragos han quedado en el puerto de Pasajes hasta mañana que vendrán a Bilbao."
Como contrapartida, el 12 de abril este mismo periódico se hace eco de un telegrama escrito por la Cámara de Comercio española en París dirigido al Gobierno español, en el que protesta enérgicamente por los atentados a los vapores Vigo y Santanderino, así como el ataque al vapor inglés Sussex, en el que se encontraban ciudadanos españoles, como el famoso compositor Enrique Granados, que se lanzó al agua para salvar a su mujer, pereciendo con ella, causando este suceso una fuerte impresión en la época.  Dice lo siguiente:
"La Cámara de Comercio de España en París, uniéndose a las manifestaciones de sentimiento que han producido en toda España los atentados inicuos de qué son víctimas nuestros compatriotas y los buques en que ondea nuestro pabellón, protesta con la mayor energía contra los incalificables procedimientos de guerra que destruyen las más sagradas leyes del Derecho internacional. La Cámara renueva a V. E. y al gobierno su adhesión, con la convicción de que se hará todo lo necesario para salvaguardar la vida y los intereses de los ciudadanos indefensos y que tienen el derecho de contar con la garantía que nuestra neutralidad les asegura."
Un torpedo alemán partió al Sussex por la mitad (Fuente)

En esa misma línea, el periódico Le Temps, publicaba estas declaraciones, en esa misma fecha:

"Es imposible calificar aquí este acto real de guerra contra un neutral, tal como merece. Ahora no se puede ya dudar de que los austro-alemanes torpedean sin distinción a los buques amigos y enemigos en la racha de destrucción que nada contiene. Muchos neutrales quisieron creer que era posible un error y los mismos alemanes también se esforzaron en dar crédito a esta opinión, no titubeando en conceder eventualmente compensación, tratando de acreditar su buena fe. Pero la realidad de los hechos no permite creer que los múltiples torpedeos de buques neutrales puedan ser resultado de un error, pues son demasiado numerosos, demasiado comprobados y demasiado bien determinados, para que no se trate de actos premeditados."
 
Desde la Embajada de Alemania negaron mediante una nota cualquier tipo de participación en el ataque al vapor inglés Sussex.  He encontrado una declaración de un oficial de la marina griega de dicho barco, en la que niega que fuesen torpedeados, pero sí que el barco chocó probablemente con una mina, y que después de la explosión, el oficial de primera "perdió la cabeza" dando una posición equivocada a través de la telegrafía sin hilos, con lo que el barco de salvamento llegó tarde, y no se pudieron salvar más vidas. Lo mismo declaró un tripulante suizo.

Siguiendo con la búsqueda de noticias en esta hemeroteca, el 17 de abril de 1916 nos encontramos con la referencia a un artículo que publicó el Times, sobre la relación entre España y Alemania a raíz de los torpedeamientos de buques españoles.  
"Publica el Times un extenso artículo sobre el estado de espíritu creado en Madrid a consecuencia del torpedeamiento de buques españoles, declarando que hasta ahora la ansiedad del gobierno alemán de conciliar la opinión de los neutrales logró suavizar los efectos de los ataques submarinos mediante expresiones de sentimiento y ofertas de indemnizaciones, pero ahora se cree que el gobierno español y la opinión española se significarán de una manera categórica. El conde de Romanones insistirá seguramente en la adopción de una solución que sincronice con el respeto debido a la dignidad del país. Los medios están ciertamente a la mano de los sesenta mil súbditos alemanes que disfrutan la hospitalidad de España y en la espléndida flota de buques mercantes austro-alemanes que representan doscientas cincuenta mil toneladas y que se hallan todavía fondeadas en los puertos españoles."
Así a grandes rasgos era la tensa situación que se vivía en España en aquel mes de abril de 1916, en plena guerra mundial, con alrededor de mil alemanes, entre militares y civiles, internados en Guinea Ecuatorial que habían escapado del ataque aliado en Camerún, y que esperaban ser trasladados a la península.  El dispositivo del traslado militar ya estaba preparado por el Conde de Romanones, pero aún les quedaba un largo periplo por delante. Una situación complicada para las autoridades españolas, que seguiremos tratando más adelante.